Hoy se han dado dos circunstancias que rara vez coinciden: tengo el día libre y me han ingresado la devolución de Hacienda. Esto, amigos, no son buenas noticias. Significa que tengo el tiempo y las ganas de irme de compras y
arrasar mirar las rebajas. No, no he arrasado, pero sí han caido un par de cositas que tenía ganas, como una cafetera nueva (¡color verde lima!) y unos zapatos de flores la mar de cañeros. Y la pelu. Y el DVD de
Los paraguas de Cherburgo (5€!!). Living on the edge, efectivamente. Pero no iba el post de hoy de eso. Iba de que para ir pa’rriba y pa’bajo llevaba puesto, tachán, tachán, el famoso
Macarón de Colette.
¡Si! Lo tengo terminado hace una semana, pero me dió tantos problemas al coserlo que casi se me habían quitado las ganas de ponérmelo (problemas, de nuevo, no relacionados con el patrón, sino con la torpeza supina que me caracteriza). Gran error, porque este es oficialmente
el vestido del verano. No tiene un escote raro, tiene el largo perfecto y tengo libertad de movimiento ¡y bolsillos!. Este patrón lo repetiré hasta el infinito y más allá. De hecho, la falda ya la he aprovechado para un frankenpattern que también tengo listo.
Existe un motivo por el que los patrones de Colette son tan populares, y es que son 1. Facilísimos de hacer – las explicaciones son simples al máximo y 2. Mega cuquis – esto ya es arriesgado a partir de cierta edad y tal, pero de momento puedo (ya puedo oir a mis primas decir a coro “qué cuuuuquiiiiii”).
Digo que me ha dado problemas (la peor cremallera que he cosido en lo que va de año), pero es más bien un “necesita mejorar”. Para empezar el tema de las tallas. Yo estoy acostumbrada a coser con los patrones americanos, BMV y Simplicity, y normalmente soy una 8 clavada. Aquí no, soy una 4 (¡!) – por supuesto me dí cuenta de este pequeño detalle cuando ya tenía la tela cortada. Menos mal que es relativamente fácil bajar 2 tallas, pero si hubiera hecho los deberes (convertir las pulgadas a centímetros, probarme el patrón en papel antes de empezar a cortar, etc etc) habría salido mejor.
Y otra cosa que necesito mejorar es la parte del pecho. Ya había leído que Colette hace los patrones para mujeres con copa C-D y sí, a mi me baila todo, me sobra por todas partes. Ahora me estoy leyendo todos los tutoriales habidos y por haber sobre ajustes para
tablas de planchar perímetro pectoral limitado (¡gracias
Trena por existir!) y la próxima vez seguro que sale mejor.
Foto de despedida comiéndome un Macarón, porque si no hago el tonto no soy yo.