Burda continúa siendo mi fuente principal de patrones, con Vogue Patterns pisándole los talones. La revista Patrones, por razones ya conocidas, es y será la menos usada.
Del Burda me gusta su fiabilidad y predictibilidad, simplemente son excelentes patrones (las instrucciones es otro cantar). De Vogue me gustan los patrones de diseñadores, los vintages, los que tienen un detalles inusual y sobre todo las ilustraciones en las explicaciones. Con un Easy Vogue, quien no aprende a coser es porque no quiere.
Uno de los objetivos del SSS era reflexionar sobre lo que coso, por qué elijo vestidos si siempre voy en vaqueros y por qué coso telas estampadas si mi armario es 90% en negro. ¡Y que alguien me explique la obsesión con los monos!
Pero sobre todo se trata de sacar del armario esas prendas que una vez cosidas se relegaron al fondo (una costura que no salió bien, unas mangas imperfectas), perdonando los errores y dando segundas oportunidades. Y sentirme orgullosa de llevar una prenda hecha por mí misma y que si alguien me pregunta decir con una sonrisa "Si, me lo he cosido yo", sin empezar a detallar los errores cometidos.
Porque errores los ha habido y gordos. Una lazada que parecía una corbata ochentil, una falda imposible y una blusa que es tan estrecha que no se puede abrochar ... Estos son los que no tienen arreglo y aún así merecen la pena porque de todo se aprende.
La curva de aprendizaje ha sido elevada este año: cuellos, cremalleras invisibles, coser géneros de punto, patronaje, mangas kimono, etc..
Y siempre hay planes, telas que se desparraman por la mesa y patrones en un cajón, nuevas temporadas que traen nuevas siluetas, etc. Algunos proyectos los comparto aquí desde el principio, mostrando paso a paso el progreso ...
Y otros son sorpresa y sólo aparecen cuando están terminados.
En cualquier caso, el 2011 me traerá más vestidos, quizás alguna falda, quién sabe si de nuevo un mono. Terminaré mi fitting shell y mi vestido vintage. Puede que me atreva con pantalones, chaquetas, abrigos y la eterna capa de mis sueños. Quizás me anime a coserle un vestido a mi sobrina y una camisa a mi novio, no siempre voy a ser una costurera egoista.
Por último,me gustaría dar las gracias a los lectores de este blog, nunca pensé que podría interesarle a nadie que no fuera de mi familia ¡Gracias por leerme!
Ea, por hoy corto y cambio. Me voy a terminar el vestido de Nochevieja.
Para mí el 2010 ha sido de órdago en muchos sentidos, tanto bueno como malo. Pero centrándonos en el tema costurero ha sido buenísimo, ha supuesto mi reencuentro con la máquina de coser, con los Burdas y Patrones. Ha sido mi introducción a los patrones americanos (BMV, Simplicity) y a los blogs de costura, ese mundo. Empecé buscando en internet un patrón para hacer unos patucos de bebé y he terminado cosiendo un vestido vintage, quién me lo iba a decir a mí. Sin más Hoy quiero hacer repaso de lo que he cosido, de lo que no y los planes de futuro.
En el principio ... no había máquina de coser y tuve que pedir prestada una "para practicar". Algunas cositas salieron de ese cacharro, sobre todo para la casa: una funda de cojín, otra para el kindle, forré una silla e incluso hice un bolso del cual por suerte no queda constancia fotográfica.
En el mes de abril me compré mi Husqvarna Prisma 950 y para entonces ya había descubierto los patrones americanos. Ahora que estoy seleccionando las fotos de esta primera fase me pregunto ¿Por qué? ¿Qué seta mágica me tomé ese día para ponerme a coser una chaqueta naranja (!!) o un mono horrible (!!)?
Creo que para mayo-junio ya había recuperado la medicación cordura, incluso me atreví con patrones de diseñadores como Donna Karan o Cynthia Steffe (¡y las fotos están hechas en la terraza!)
En julio-agosto volví a los experimentos (frankenpatterns, patrones hechos por mí) y sobre todo, preparándome para el "reto de septiembre" (Self-Stitched September). Casi final del verano y sigo estando blanca nuclear ...
Septiembre y octubre fueron meses raros por motivos personales que no me apetece discutir. En noviembre recuperé las ganas de coser, incluyendo dos desastres a los que se les otorgó una segunda oportunidad. Diciembre se me ha ido con un proyecto de larga duración y una sorpresilla que pondré mañana.
Mañana me voy rumbo a Rio Almería y ahora mismo estoy un poco estresada ... Entre la nevada que ha dejado a los aeropuertos cerrados, las compras navideñas, los vestidos a medio coser, esto es un no parar.
Necesito un kitkat, así que este blog está cerrado por vacaciones (a menos que buscando en el baúl de los recuerdos me encuentre con Burdas y Primas ochentiles, encuentre un escáner que funcione, etc, etc ... pero no contaría con ello).
Volveré en enero con energías renovadas y propósitos que no cumpliré.
Que levante la mano quien se atreva a poner en su blog una foto de un primer plano del interior de sus prendas.
Yo desde luego no. Mis cantos están pulidos (idioma Burda) de muy mala manera, normalmente con un zigzag. A veces con costura francesa si son líneas rectas, pero es más la excepción que la regla. Pero hay quien se atreve, si, esas costureras que han alcanzado el dominio de la técnica del acabado perfecto.
Aquí vemos un acabado con overlock, cortesía de Tasia (Sewaholic):
Otra manera es el acabado tipo Hong Kong, del que he leido alguna vez en el blog de AllisonC. En realidad es una variación del acabado con cinta de bies. Hay un tutorial en la web del Burda:
Todo esto viene a cuento porque estoy cosiendo el cuerpo del vestido y antes de seguir necesito pulir los cantos. Pero ¿cómo? No tengo máquina overlock (¿me la treaerán los reyes?) y tengo poca paciencia para coser metros y metros de cinta al bies. Pero este vestido es especial, no lo puedo terminar con un zigzag rápido, de cualquier manera .... decisiones, decisiones.
En la carrera de filología un profesor me dijo que yo hablaba como si fuera un tebeo. Quizás de un tebeo no, pero suelto frases de pelis y canciones cada dos por tres, lo habreis notado.
No, esto tampoco es importante en este momento ...
Lo que es importante es que tengo la tela cortada, las pinzas hilvanadas y la entretela planchada. Estoy lista para conquistar el mundo ¡mwaaah, mwaaah!
Algunas notas sobre esta prueba en lienzo (muslin). Tal como dije antes, estoy siguiendo el método de Tasia, que sugiere por ejemplo hacer un hilvanado a máquina (con puntada larga) en los márgenes de cada pieza antes de empezar a coser (en los patrones americanos los márgenes son siempre 1.5 cm y ya están incluidos en el patrón). Ella sugiere usar 2 hilos diferentes para diferenciar derecho y revés. En mi caso, el hilo negro era siempre revés. No lo he hilvanado todo-todo, sólo lo que he considerado estrictamente necesario. Parece una pérdida de tiempo e hilo, pero es una ayuda visual importante.
También he traspasado las marcas de unión con rotulador (punto negro) para que se vean por los dos lados y las pinzas a bolígrafo. Foto de la vista del cuello conlos hilvanes y marcas:
Una vez hecho esto, ya estás lista para seguir al pie de la letra las instrucciones del patrón. Esta vez he hecho sólo el corpiño, porque la falda es de semi vuelo. He sacado mi habitual talla 8, que antes del verano me quedaba bien tirando a grande y ahora me está un pelín ajustada.
En esta foto se aprecia cómo está diseñada la parte de delante, que queda abierta en el costado. Ahora mismo hay un alfiler para mantenerlo en su sitio, pero en realidad debería haber cosido un lazo de grosgrain con cierre en la espalda. Es lo que se llama un waist stay (sujeta-cintura), tal como se explica aquí. Estas cinturillas de grosgrain eran habituales en los vestidos con faldas de vuelo, pues alivian al cuerpo del peso de la falda y si hay una cremallera detrás evita que se abra por la presión de la falda.
La parte de atrás me ha salido un pelín ajustada de más (creo). En los laterales lo veo un poco tirante, aunque puede ser que cuando la falda esté cosida tire del cuerpo hacia abajo y ponga todo en su sitio. No sé.
En general el proceso de construcción ha sido más fácil de lo que pensaba, pero ahora sé que tengo que prestar atención a los siguientes puntos: el pico de la vista delantera a la altura del canalillo, lo tendré que terminar a mano; los costados traseros, que no queden tirantes; las mangas japonesas, que siempre son incómodas de coser; intentar que las costuras me coincidan e intentar que el cuello atrás esté cosido sin pillar tela (el cuello se puede llevar sentado o alzado). Estas dos últimas se ven claramente aquí:
Nota: este vestido no lleva cremalleras, botones ni cierres de ningún tipo. Se pone pasándolo por la cabeza, pero el cuerpo es bastante ajustado, hay que maniobrar con cuidado. Y una vez puesto, con la cantidad de pinzas que lleva (cuerpo atrás, cuello atrás, cuello delante, costados delanteros, a la altura del pecho ¡incluso en las mangas!) es muy, muy ajustado al cuerpo. No queda otro remedio que ir derecha como una vela, con los hombros hacia atrás y el cuello de cisne.
Resumo lo que ha ocurrido en capítulos anteriores: he decidido coserme unos vestidos de invierno, los patrones ya los tengo, las telas también.
El primero en la línea de fuego es el Vogue 2401, un modelo original de 1952, reeditado por Vogue hace unos años. La tela es una lana, ya pre-tratada y lista para cortar. Este vestido, por su aire festivo, debería haberse convertido en el vestido de Nochebuena. No, no lo va a ser. O quizás sí, pero no contaría con ello.
Primero fue la idea de forrarlo por dentro. El patrón no incluye instrucciones para forro, pero no puede ser tan difícil, ¿no? Y aquí es donde empiezan los errores de juicio. Sí es difícil. No en un vestido normal, pero sí en uno que está abierto en los costados y que se cierra con un nudo en el central delantero. No es imposible, claro, el forro está cortado y medio cosido y eventualmente lo añadiré al vestido al final del proceso (con mucha puntada a mano, a eso ya estoy resignada). ¿Por qué he cortado y cosido el forro en primer lugar? Porque creía que podría servirme como prueba antes de cortar la tela. Hablando de errores de juicio.
Las instrucciones están claras, pero es un vestido de construcción enreversada y con muchos detalles, no uno que puedes terminar en una semana. Necesito comprender mejor algunos de los pasos, no consigo visualizar el costado interior y la lazada (¿Qué?). Leo las reseñas en Pattern Review y sí, es fundamental hacer una prueba en lienzo antes de cortarlo en la tela definitiva. ¡Y seguir las instrucciones al pie de la letra! Vuelvo a la casilla de salida: a hacer una prueba en lienzo (un muslin), de la parte del corpiño. La falda *asumo* que seré capaz de hacerla sin problemas, son cuatro pinzas.
Y en eso estoy ahora, haciendo un muslin, siguiendo los pasos de Tasia. He cortado las 5 piezas del cuerpo en lienzo, las he marcado de momento tanto con tijera (los puntos de unión) como con marcador. Todo esto me llevó ayer las 2 horas que tenía disponible para coser, pero o lo hago bien o o no lo hago.
Esto es la parte delante-centro y la vista del cuello. En teoría las marcas de unión deberían coincidir.
Aparte de los pequeños problemas estrictamente relacionados con la costura, aquí entran en juego los miedos. El miedo a acometer un proyecto que sobrepasa mis habilidades y conocimientos, miedo a desperdiciar una tela preciosa, miedo a que quede mal, y miedo a no terminarlo a tiempo. Éste último está solucionado, si no es un vestido de Nochebuena será de Nochevieja y si no ya veremos. El autoimponerse metas repercute negativamente en el proceso, así que prefiero eliminar la variante de la ecuación. Los otros miedos permanecen, pero aquí entra el refranero en acción "a lo hecho pecho", "quien la sigue la consigue", "la paciencia es la madre de la ciencia".
Tengo siglos de sabiduría popular a mi favor, ahora a coser.
En Holanda celebramos el día de San Nicolás el 5 de diciembre. Este es la fiesta que trae regalos a los niños, como en otros países es Papá Noel o los Reyes Magos.
Este año me han traído unas cuantas cosas que tenía en la lista, como el libro de Claire Schaeffer - Couture Sewing Techniques y sobre todo ¡una cámara de fotos! Hasta ahora había usado la de mi novio, un mamotreto de cámara que hace filigranas y hasta café, pero yo necesitaba una pequeña para poder actualizar el blog sin depender de él.
También ha habido regalos inesperados, como esta "caja de herramientas" que me va a venir estupenda para guardar hilos, botones, cremalleras y lo que se tercie. En la caja había como bonus extra un par de retales, uno de lana (negro) y otro de viscosa (rojo) que quizás serán una falda o una blusa o quizás ...
O quizás aparezcan por aquí reencarnados en un vestido de Simplicity usando las dos telas juntas, ya veremos.
Una nota sobre el post de la Revista Patrones. Una vez mirando las fotos con detenimiento (tengo mucho tiempo libre, lo sé) me di cuenta que algunas veces los patrones de tallas plus son originales de la revista KnipMode (revista holandesa de patrones). Esto podría explicar la diferencia de calidades en el patrón. (Haz click en la foto para ampliar)
Dicho esto, paso a temas más alegres. El fin de semana pasado fue movido y me ocurrieron todo tipo de aventuras costureras. El viernes por la tarde tuve una premonición de que tenía que pasarme por la tienda de telas de mi barrio. Hay que aclarar que mi barrio es el centro de Rotterdam y la tienda de tejidos es de alto standing, con telas de marca que llegan hasta a los 60€ por metro (¡!). Es decir, que entro a menudo, pero suelo salir con las manos vacías. Esta vez estaba convencida que hay una fuerza invisible que me empuja a entrar (momento esotérico del día). Y efectivamente, me encuentro que hay una sección “3 metros a 10 Euros” ¡Bien! Y lo mejor es que he encontrado dos telas PERFECTAS para los vestidos de invierno:
La del centro es una lana italiana, bastante fina, de tacto suave y justo, justo en los colores que estaba buscando, tanto para el V2401 como para el forro de esa capa que algún día haré (estoy resignada a que el proyecto capa puede durar años, al ritmo que voy). En el borde se lee esto:
Esto de que las telas sean de marca todavía me fascina y por lo que se ve la empresa Eurotex provee la tela de los trajes de Emidio Tucci (Corte Inglés). De las cosas que se entera una en internet (¿cómo vivíamos antes sin internet??¿y por qué en vez de coser pierdo mi tiempo mirando estas chorradas?).
La de la derecha es un tejido de punto (algodón y elastán, creo) en fucsia chirri que no sé exactamente en que se reencarnará, pero por falta de patrones candidatos que no quede.
La de la izquierda es una tela “terlenca” ya asignada al V1121. Hay un riesgo de “severidad” tanto por el modelo como por la tela, pero también necesito para el trabajo vestidos que den una imagen seria y profesional y esto es justo lo que busco con este vestido.
Ahora, la pregunta del día ¿qué es la terlenca? Yo no la conocía y la señora de la tienda sólo supo decirme que no se arrugaba y que es lavable a máquina. Después buscando en gúguel ya he descubierto que es una fibra sintética (me lo tendría que haber imaginado), que puede venderse pura o mezclada con fibras naturales como algodón. Lo mejor es que les pregunto a mis padres si conocen la terlenca y se ponen a cantarme la canción de un anuncio de televisión (¡!).
No creo que sea este porque no hay musiquilla, pero al parecer a finales de los 60 se introdujo la terlenca en el mercado español, una de las primeras fibras sintéticas del mercado. Qué tiempos aquellos cuando la gente todavía creía que una fibra sintética (¡no se arruga! ¡lavable a máquina!) era la mejor invención desde la rueda. Yo personalmente no tengo problemas con un poco de petróleo si está mezclado con fibra natural, reconozco que me hace la vida más fácil. Pero el poliéster puro, sobre todo el barato, me da un poco de dentera y mal rollo en general.
La aventura del sábado fue mejor. Buscando el tema terlenca llegué a esta tienda online de tejidos que casualmente tenían planeado para el sábado una venta de restos de temporada. Y allá que me voy, a buscar este almacén (ni siquiera es tienda) en un polígono industrial en el medio de la nada holandesa. Después de dar tres vueltas sin encontrarlo y a punto de tirar la toalla, me fijo que en una de las naves hay un FOLIO escrito a mano que dice: Sí, estamos abiertos. El sitio era efectivamente un pequeño almacén, con dos plantas, con rollos por todas partes que llegaban hasta el techo. No estuve mucho rato porque en cuanto vinieron más clientes ya no cabíamos y enseguida me agobio. Me las arreglé para encontrar retales ya cortados, probablemente el último metro del rollo:
¡Todo esto por 3 Euros! Son dos panas, una de ellas con bordado en el lateral, dos algodones y un lino (esto es a ojo). No tengo nada en mente ahora mismo, pero esto me servirá para unas faldas o blusas. O un vestido para mi sobrina. O unos cojines.
Y estas dos telas que se llaman wooltouch, pero que no se parecen a la lana ni de broma y tienen un poquito de elasticidad. Las posibilidades son infinitas, incluso el vestido rarito del Burda de diciembre que me tiene intrigada:
A todo esto, el tema de la lana y los tratamientos previos rondaba por mi cabeza ¿Y si se encoge exageradamente y no me puedo poner el vestido? ¿será lavable o tendré que llevarlo a la tintorería cada vez? He estado leyendo por todos los blogs americanos que sí, que la lana hay que tratarla previamente, así que me decidí por el famoso método de las toallas en la secadora. El sábado por la mañana pensé, ya que tengo que ir al medio de la nada, puedo conducir un poco más hasta la casa de mis suegros y usar su secadora. Ahora intenta explicar a un señor mayor que vas a su casa para meter una tela que se puede encoger en su secadora con unas toallas húmedas. Menos mal que confían en mí y no hicieron demasiadas preguntas, porque la historia les pareció de lo más bizarra. Lo mejor es que ¡el método funciona! La tela no se ha estropeado ni ha cambiado de color/textura, pero sí que ha encogido un poquitín (el ancho de la tela era 1,60cm antes y 1,57cm después, de largo no sé porque 6 metros son muchos metros para medir con una regla de plástico).
¿Cuál es vuestra experiencia en estos temas? ¿Laváis la tela antes de empezar? ¿Y si es lana o seda? Yo esto es una cosa que no hago NUNCA, porque soy así de vaga, pero cuando la tela merece la pena creo que si lo haré en el futuro.