Hoy al salir del trabajo me he pasado por la tienda de telas que hay cerca de mi casa para comprar por fín algunas cosillas que necesito para terminar mis UFO's como cremalleras e hilos. Andaba yo muy orgullosa porque había ido a por un par de cosas concretas y he salido de la tienda con estrictamente lo necesario, nada de ofertitas de telas a 2.50€ que me llaman como cantos de sirena. Bueno, sí que las he visto, pero no he visto ninguna tela que me entusiasmara y en un arrebato de frugalidad propio de los tiempos de crisis en los que vivimos, he salido con la cabeza muy alta pensando "¡Ja! ¡Esta vez no he caido en la tentación!"
En vez de irme directa a casa, no se me ocurre otra cosa que meterme en la librería de al lado, la de segunda mano. Es casi un ritual de los viernes por la tarde, primero los retales y después los libros. Siempre entro buscando algún libro de cocina de Nigella Lawson o algún libro de costura antiguo, pero lo habitual es que salga con las manos vacías. Excepto hoy, que he visto lo que he visto y por poco me pongo a dar saltos en la tienda.
¡Alguien ha decidido deshacerse de su colección de Burdas! Como diría Violeta Parra doy gracias a la vida que me ha dado tanto. Por cuatro duros me he hecho con 9 Burdas que van desde 09/2007 hasta el 03/2010. No me lo puedo creer, sobredosis de patrones.
Por otro lado, mis pruebas con el vestido 117 del Burda 05-2009 no están siendo un éxito. Había leído en Pattern review que este patrón iba estrechito y que más vale sacar una talla más, sobre todo en la falda. Como yo estoy entre la 36 y 38 en Burda pensé, mejor saco la 38 y listos. Pero no, cuando he hecho el cuerpo del vestido en lienzo queda claro que me queda demasiado holguero, me sobran dos dedos en cada costado. La falda sí que la dejaré como está, ahí necesito mis centímetros de más para poder sentarme sin reventar costuras. Objetivo para el fín de semana : acabar el vestido vintage y éste.
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