Por favor - Toyota JETB224. Esta máquina es tan cañera que incluso me estoy planteando soltar los 159€ que cuesta. Y si hiciera ojales en condiciones ya para qué quiero más.
Please - Toyota JETB224. It's so awesome I'm even considering paying the 159€ to have this beauty. If it'd make proper buttonholes I'd die happy.
¿Para qué esperar a enero si se puede empezar una vida nueva en Abril? Hay muchas movidas a nivel personal que no voy a compartir aquí, pero digamos que mi casa está en venta y a mis treinta y tantos años estoy a punto de entrar en una nueva fase*.
Pero al grano, las conclusiones del MMM11. Habréis notado por el tono de los últimos posts que he terminado un poco estresada, puede parecer que no me ha gustado participar, pero realmente no es así. Vamos por partes, primero lo positivo:
- Coso según mi gusto y mi libre albedrío. Mi guardarropa hecho a mano es poco práctico, excéntrico y totalmente inadecuado a mi vida diaria. La costura utilitaria me aburre mortalmente y no estoy por la labor (chiste malo del día). Conclusión: debería adaptar mi vida a mi ropa y no al revés.
- En este año que llevo cosiendo he pasado de hacer, hmm, prendas de las cuales prefiero no acordarme a hacer cosas mas que decentes, técnicamente hablando, incluso estéticamente interesantes (categoría “vestidos que empiezan una conversación” – esto dicho literalmente porque me ha pasado unas cuantas veces este mes). Conclusión: el año que viene por estas fechas espero haber aprendido muchas más técnicas, habré dominado la overlock y quien sabe si tendré un blazer de cuatro estrellitas del Burda. Aunque con terminar de una puñetera vez ciertas prendas inmencionables me conformaría.
- La limitación obliga a usar la imaginación. El número de prendas ha sido exactamente 14 y ha sido todo un reto vestirme por las mañanas intentando dar un nuevo twist a este vestido o al otro. Cinturones, medias, zapatos, sin los accesorios no lo habría logrado.
Y las menos postivas:
- No tiene nada que ver con la costura sino con una cuestion mental – la mencionada limitación de vestuario me da yuyu. Acostumbrada a tener un armario (o dos) llenísimo a mi disposición, tener que pasar un mes con sólo 14 prendas ha sido casi, casi un trauma. Y para más inri, yo sigo blogs como Cargo Cult Craft y The wardrobe reimaged, muchachas que se han autoimpuesto durante un año el racionamiento de ropa que tuvieron que seguir las mujeres en Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial. No sólo admiro profundamente a estas mujeres, sino que ahora mismo sé que sería absolutamente imposible que yo voluntariamente me impusiera semejante austeridad. ¡PERO! Tal y como está el mundo y sin entrar en consparanoias del 2012 ¿y si mañana nos vemos en esa situación de verdad? Estas cosas me mantienen despierta por las noches. Conclusión: los últimos días se me han hecho muy cuesta arriba por estar obligada a vestir ciertas prendas predeterminadas y no lo que me hubiera apetecido llevar. Viéndolo positivamente, soy una privilegiada y nunca más volveré a decir “no tengo qué ponerme” (a ver, nunca-nunca, tampoco, pero sí siendo consciente de que no es verdad).
- No, el punto anterior no es exactamente correcto. ¡Lavar a mano es lo peor! Lo siento mucho, pero no me atrevo a meter mi ropa en la lavadora. A ver si en una hora se va a estropear lo que me ha costado hacer días. Por otro lado, tener que lavar a diario los vestidos tiene tela marinera.
Seguramente habrá más conclusiones, pero ahora mismo estoy poco centrada y puede que este blog se resienta un poco. Por ejemplo, hay un vestido terminado desde hace dos semanas y lleva colgado esperando su turno. Puede que espere unos días más, ya puestos.
Why wait until next January if you can start a new life in April? There is some stuff going on on a personal level that I won’t discuss here, but let's say my house is for sale and I am about to enter a new phase in my thirties*.
But let’s get to the point, the conclusions of MMM11. You may have noticed by the tone of recent posts that I finished it a bit stressed. It may seem that I didn't like to participate and really isn’t so. First things first, the positive stuff:
- I sew according to my (questionable) taste and I definitively go my own way here. My handmade wardrobe is impractical, eccentric and totally inappropriate to my daily life. But! Utilitarian sewing bores me to death and it’s not my cup of tea. Conclusion: I should adapt my life to my clothes and not otherwise.
- This year I've gone from sewing, hmm, stuff which I prefer not to remember to make more than decent garments, technically speaking, even aesthetically interesting (category "dresses that start a conversation" – I mean this literally because that has happened to me a few times this month). Conclusion: next year I hope I to have learned many more techniques, I'll have mastered the serger and who knows if I'll have a four stars Burda blazer. Although I'd settle if I manage to finish certain unmentionable garments.
- Limitation requires the use of the imagination. The number of garments has been exactly 14 and it’s been a challenge to dress myself in the mornings, trying to give a new twist to this dress or that one. Belts, tights, shoes, I could have not done it without accessories.
Now the not so pleasant ones:
- This has nothing to do with fashion but it’s more of a psychological issue - the limitation mentioned above gives me the creeps. I’m used to have a really full closet (or two) at my disposal, and having to spend a month with only 14 items was almost, almost a trauma. I actually follow Cargo Cult Craft and The wardrobe reimaged, lovely ladies that have imposed themselves a year of rationing clothes, like women did in Britain during the Second World War. Not only do I deeply admire these women, but now I know it'd be absolutely impossible for me to voluntarily impose such austerity on myself. BUT! I don’t want to go all 2012 paranoid here, but what if tomorrow we find ourselves in this situation? I’m telling you, these things keep me awake at night. Conclusion: The last days were really challenging, being forced to wear certain predetermined clothes and not what I had wished to wear. Let’s think positively for a second, I am terribly privileged and I won’t say never again say "I have nothing to wear " (ok, maybe never is a very strong word, but not that often).
- Truth to be told, the previous point is not exactly true. Hand washing it's even worse! I don’t dare to put my clothes in the washing machine. I’ll die if I ruin in one hour what took days to make, no way! On the other hand, having to wash by hand daily it’s very annoying and bordering on “why did I ever agree on doing this”, which is totally besides the point, but has an impact on my mood, not a positive one.
Probably there are more conclusions somewhere in my grey mass, but right now I am not focused at all. This blog will suffer a bit the coming period, I may not write as often as I’d like to. By the way, there is a dress that I finished about two weeks ago and it’s still hung up waiting its turn (talk about adapting my life to my clothes).
Pues eso, que por fín esto se acaba. Conclusiones y otras paranoias mías otro día.
Día 29 - V1119 - una sinfonía en grís...
Día 30 - Burda 01/2011/128, la espalda a la vista. Y haciendo lo que todas las tardes, poner el ordenador nada más llegar a casa.
Día 31 - Quería despedirme con un bang, pero ha sido una sorpresa de otro tipo. Os presento mi nuevo bólido, con el el que aterrorizaré recorreré las carreteras holandesas - yeah! Ah, si, also starring aquel blusón de Mango del Patrones .
¡Buen fin de semana!
Finally it's over! My conclusions and other unimportant thoughts will follow this weekend.
Day 29 - A symphony in grey with V1119 ...
Day 30 - Burda 01/2011/128, back in display! Doing what I do best, checking stuff in the interwebs (well, here i'm just starting the laptop, but you get the idea).
Day 31 - I wanted to say goodbye to the month with a bang, but the surprise was, hmm, not sewing related. So, say hello to my new bolide! I'll be roaming the Dutch streets with this cute thing, watch out! Oh, yeah, and that Patrones mango blouse, too.